martes, 26 de enero de 2016

Conoce cuáles son las causas de la obesidad.

Bajar de peso siempre debe ser un objetivo que se debe cumplir con la guía de un especialista; conoce los diferentes tipos de obesidad.
En general, las personas que padecemos sobrepeso u obesidad tendemos a buscar soluciones en "dietas mágicas" o "productos milagro", porque exigimos "resultados inmediatos" para eliminar esos kilos de más, pero lo único que conseguimos es bajar de manera desordenada de peso, con graves riesgos que van desde la descompensación (generalmente por la eliminación de nutrientes) o taquicardias y hasta infartos (provocados por el consumo de aceleradores del metabolismo, como los anabólicos).
Al respecto, el Instituto Nacional de Nutrición refiere que en principio se debe de considerar que el metabolismo de cada persona es diferente y por ello es necesario acudir a un especialista el cual, acorde a sus características personales, establecerá un tratamiento certero y avalado por autoridades internacionales como es la Organización Mundial de la Salud (OMS).


A lo anterior, se agrega que no todas las personas padecen obesidad por una misma causa, debiéndose entender que el exceso de grasa corporal no es sólo por malos hábitos alimenticios o sedentarismos, implica muchas cosas más.
Entre las causas de la obesidad se encuentran:
Obesidades genéticas: Está demostrada la existencia de condición de obeso derivada de un fallo genético. Prácticamente todas las obesidades que nos encontremos tendrán en mayor o menor grado un condicionamiento genético.
Obesidad dietética: Se debe al abuso de alimentos tremendamente energéticos que actualmente abundan tanto y que además nos los presentan con sabores y apariencias tan atractivas que resultan, sobre todo a los niños.
Obesidades debidas a desajustes de los sistemas de control del peso corporal: Son indudablemente las más frecuentes. Por un lado entra el fallo en el ajuste de la saciedad, con lo que la ingesta se dispara, y por otro, el organismo lucha por mantener un peso, que erróneamente considera normal, aún cuando sea muy elevado. Es el gran problema que surge a la hora de mantener un peso que hemos perdido, que nuestro organismo lo considera por debajo de lo que él analiza como normal, intentando recuperarlo rápidamente.
Obesidades por defectos termogénicos: No son muy frecuentes, consisten en la dificultad del organismo en “quemar” el exceso de alimento ingerido, produciéndose un acumulo calórico que puede llegar a producir obesidad.
Obesidad de tipo nervioso: Esta obedece a  desordenes del sistema nervioso central como depresión, hipoactividad, alteraciones psicológicas, etc. Que interaccionan con el sistema nervioso regulador del peso corporal, alterando los mecanismos de saciedad o los termorreguladores.
Obesidad por enfermedades endócrinas: Son muy poco frecuentes. Las mas importantes son las debidas al déficit de producción de hormona tiroidea (hipotiroidismo). El exceso de producción de insulina (hiperinsulinismo) y el exceso de secreción de glucocorticoides (hipercorticismo). Las dos últimas resultan muy comunes en la mayoría de los pacientes obesos.
Obesidad por medicamentos: fundamentalmente son los corticoides, antidepresivos y los antituberculosos los fármacos que de forma habitual inducen al acumulo de grasas. Esto si no contamos lo que desgraciadamente con mas frecuencia estamos viendo en nuestras consultas. Gran cantidad de obesidades producidas por tratamientos de la obesidad inadecuados, es decir, tratamientos fundamentalmente a base de hormonas tiroideas que aceleran el metabolismo, produciendo una gran y rápida perdida de peso, y posteriormente un bloqueo tiroideo con lo que el rebote de obesidad es importantísimo y muy difícil de tratar.
Obesidades cromosómicas: son las asociadas a defectos cromosómicos como en el Síndrome de Down y en el Síndrome de Turner.
Otra forma de clasificar la obesidad es por la  distribución de la grasa en el cuerpo:
Obesidad androide: cuando la grasa predomina en la mitad superior de nuestro organismo. Es la obesidad típica masculina.
Obesidad ginoide: Típica del sexo femenino, en la que la grasa se deposita en la mitad inferior del cuerpo. Principalmente en la zona peritrocantérea dando lugar a las famosas “cartucheras” que tanto os disgustan.
Y por edad también existen clasificaciones:
Obesidad hipertrófica: es la típica de los adultos, en la que aumentan de tamaño los depósitos de grasa dentro de los adipocitos (células grasas).
Obesidad hiperplásica: también llamada obesidad infantil, en la que el tamaño de los adipocitos es normal, pero está muy aumentado su número. Es mucho más difícil de tratar.

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